martes, 10 de noviembre de 2015

Halloween en IES Cerro Milano

Desde la Biblioteca Escolar surge la idea de celebrar la actividad "Cuentos a la luz de las velas" para la efeméride de "Todos los Santos". A partir de ahí, los distintos departamentos se animan y organizan actividades que se desarrollan durante la semana del 26 al 30 de octubre. El viernes 30, como colofón, celebramos "Halloween" por todo lo alto.
Halloween en IES Cerro Milano

lunes, 14 de septiembre de 2015

Convocatoria programas de ámbitos de comunicación 2015

Desde el día 1 al 30 de septiembre están disponibles en Séneca los formularios para realizar la inscripción en los programas educativos del Ámbito de Comunicación Lingüística
1.- Programa Clásicos Escolares: ofrecer estrategias y recursos metodológicos que puedan complementar el currículum escolar. Esta propuesta se enmarca dentro de las medidas de apoyo a la lectura

2.- Programa Comunicación: centrado en la elaboración de un proyecto para trabajar los medios audiovisuales en el aula obteniendo un producto final: revista escolar, canal de radio, canal de televisión, cortometraje de ficción o documental
3.- Programa Creatividad Literaria: objetivo fundamental desarrollar la competencia en comunicación lingüística, y fomenta prioritariamente el desarrollo del talento, la creatividad y capacidad de innovación del alumnado. Es además una medida de apoyo a la lectura
4.- Programa Familias Lectoras: Tiene como objetivo ayudar a los padres y familias a desarrollar su labor educadora en colaboración con el centro educativo, para mejorar la comprensión lectora de sus hijos y afianzar el hábito de la lectura
5.- Programa PLC: Proyecto Lingüístico de Centro.  Requiere la participación de, al menos, el 50% del profesorado. Las actividades del programa y la implicación de cada área educativa debe estar incluida en las programaciones didácticas. Comprende 3 cursos académicos de duración
La información detallada de estos programas la podéis encontrar aquí


jueves, 16 de mayo de 2013

Ganadoras del concurso de marcapáginas 2013

Ya tenemos ganadoras del concurso de marcapáginas de este curso.

PRIMER CICLO:
Velia Estrelles Casado
SEGUNDO CICLO:
Alicia López García

jueves, 25 de abril de 2013

Concurso de marcapáginas

Con motivo del día del libro, hemos realizado un concurso de marcapáginas en nuestro centro.
Las bases se han repartido a los tutores, que han realizado esta actividad con sus alumnos durante la hora de tutoría.
Los resultados se presentarán en el salón de actos.
El ganador se llevará un diploma, un lote de libros y será el marcapáginas oficial en la feria del libro del próximo curso.

viernes, 18 de mayo de 2012

Buzón literario. Concurso escolar

Este año, con motivo de la celebración del día del libro se han relizado varias actividades relacionadas con el fomento de la lectura y la escritura.
Entre ellas, un concurso literario. Los alumnos han sido invitados a depositar su poema o relato corto en un buzón habilitado para ello, situado en la entrada del instituto.
La participación ha sido escasa, por lo que hemos premiado a todos los participantes con un libro agradeciéndoles así su colaboración.
El ganador ha sido Víctor Rosa Castillo, alumno de 2º de Bachillerato, con su relato corto El mejor final que un hombre pueda desear.
Aquí os lo muestro, para que disfrutéis con su lectura

             
  El mejor final que un hombre puede desear

Me desperté muy exhausto, tanto era así que de pronto mi corazón empezó a palpitar con fuerza, el pulso se aceleraba, mi respiración también se aceleraba; no sabía qué ocurría, tan solo sentía que era arrastrado y que unas voces extranjeras hablaban, no podía ver sus rostros, habían vendado mis ojos pero reconocía bien el idioma, no necesitaba ver para saber que eran prusianos; no era la primera vez que me topaba con ellos, he ordenado a cientos de hombres cargar contra ellos, se como se las gastan, rudos y disciplinados en el combate, jamás se rinden, tienen en sí la conciencia del deber por la patria, algo que admiro profundamente.
Me pusieron de pie y me ataron las manos, debía de ser temprano porque aún se notaba el fresco de la noche y sin embargo a pesar de estar vendado por los ojos era capar de percibir algo de luz, así pues debía estar orientado al este, por donde sale el sol; me gustaba aquella sensación, me recordaba a antaño, cuando madrugaba y escapaba de la academia militar para ver el amanecer junto a Alice, como una bella postal podía imaginar un monte floreado del que despiertan los rayos del sol dibujando un delicado perfil de abrazo junto a ella, junto a Alice. Desgraciadamente el golpe que me propicio uno de mis captores hizo que se desvaneciera ese recuerdo que se me vino a la mente, en parte se lo agradecía porque así me mantendría con los pies en la tierra, sereno y firme dispuesto a enfrentarme a mi destino. Y por otra parte me enfurecía más el que me apartaran de mis queridos recuerdos que de los malos tratos a los que me había acostumbrado en tan solo tres horas de reclusión.
Continuaban arrastrándome, pero esta vez me quitaron la venda de los ojos, divise entonces a todo un pelotón de fusilamiento, preparando sus mosquetes, ¡valientes imbéciles! es preferible que no miren directamente a los ojos de un hombre desarmado al que están a punto de matar, les sería mas fácil si no pudieran verme el rostro, cargarían mejor con la culpa. Aunque a mi no me removió la conciencia cuando hice que dos mil hombres del emperador incendiaran en la noche un campamento de reaprovisionamiento prusiano.
Ahora que lo medito, no concibo como pudieron capturarme. Recuerdo una tempestad en pleno amanecer, Alice y yo entramos soltando risas en un cabaña a tan solo tres kilómetros de la contienda, que se había paralizado por la lluvia. Muchos consideraban absurdo que dos jóvenes pudieran estar intimando en plena guerra, ¿pero qué otro motivo podía haber sino? Queríamos disfrutar de cada momento junto al otro porque no sabríamos cuando podía acudir a mí  la parca, y si los franceses perdíamos la guerra solo Dios sabría que destino depararía a la viuda de un Mariscal al mando del emperador. Por ello aquella mañana, totalmente asolada más por una insignificante tormenta que por el horror causado por lo hombres, nos entregamos en pasión el uno al otro; el calor que desprendían nuestros cuerpos era mayor que el desprendido por el calor del fuego de la chimenea. Aquella mañana en medio del horror de la guerra dos personas causaban un amor tan apasionante que bastaría una ínfima parte de él para ablandar los corazones de los salvajes y  detener la guerra. Ahora que lo recuerdo, el ruido atronador de los cañones detuvo el acto de la concesión.
Cabalgando entre cañonazos me dirigía al que debía ser la situación de mis paysans, pero al llegar no encontré mas que polvo y penumbra  de la que se desprendían gritos de desolación. Este horror había sido causado por los cañones prusianos. El ejercito había desplazado su posición para evitar los cañonazos, mientras yo aún en mi caballo me alejaba de la antigua posición de la infantería y cuando estaba  a punto de salir de esa nube de tierra empecé a vislumbrar unas sombras moviéndose, mis camaradas, pensé; pero a medida que avanzaba y la penumbra se desvanecía las sombras eran cada vez más visibles, creando formas mas cercanas a lo real. Cuando por fin salí de la nube de polvo detuve mi caballo y pude ver con toda perfección que eran esas sombras, lo que vieron mis ojos me impacto tanto que me quede inmóvil.
Delante de mi se encontraban fuerzas conjuntas de prusianos, británicos y austriacos que se hallaban mutilando y rematando a los franceses caídos en el campo de batalla. No podía creer lo que veían mis ojos, las reglas del juego dejan bien claro que tanto enemigos como aliados deben dar asistencia sanitaria a todos los caídos, sean del bando que sean, una vez terminada la batalla. Como consecuencia de mi actitud totalmente atónita no me percaté de que unos hombres se disponían a abrir fuego contra mi, el fuego de los mosquetes no me alcanzo pero si a mi caballo que se asustó y se echó a correr como nunca lo  había visto correr. No pude controlarlo, se dirigía hacia la posición enemiga y no podía hacerle cambiar de dirección, la metralla desquebrajaba el viento dejando sobre si un temido silbido, apenas me rozaban pero no tenia tiempo de pensar en el dolor, estaba muy asustado, pero no por mi, sino por Alice, si yo caía hoy, ¿qué sería de ella?, ¿quién la cuidaría?, ¿quién le dará los abrazos que tanto necesita?, ¿quién le recordaría que jamás estará sola?, ¿quién le dará besos hasta que se duerma?, ¿quién le dirá te quiero todos los días de su vida? En medio de mis pensamientos y con la mirada fija en esos salvajes una bala de cañón alcanzó a mi caballo, que en tantas batallas me había acompañado, que tanta veces nos acompañó a Alice y a mi a escapar del mundo para contemplar los últimos rayos de sol que iluminan la tierra; como consecuencia de ese ultimo cañonazo me desplome sobre el suelo. Supongo que me encontraron los prusianos y me arrestaron, porque no recuerdo nada después de la caída, nada excepto la imagen de Alice en el horizonte, a pie de un acantilado junto al mar, esperándome, como parece esperar la puesta del sol en el horizonte para ser contemplada. No entiendo porque no aprovecharon la ocasión para matarme, reconocerían los galones de oficial y querrían darme una muerte mas digna. ¡Bastardos! no hay muerte más digna que hallar la muerte donde perecen tus hombres.
Me ataron de manos junto a un poste de madera y se pusieron a dictar sentencia. No entendía del todo el alemán pero no parecía importarles a ellos pues solo querían que constara mi ejecución en medio de su burocracia. Solo conseguí a leer entre dientes:
…por estas causas y razones de peso en nombre del rey Federico Guillermo III de Prusia el general Karl Von Klaus condena a muerte al general de “la gran arme” a…
En ese instante un oficial alzó la voz ordenando que se dejaran de tanta palabrería y que se apresuraran a la ejecución pues el ejército francés se acercaba por el oeste. En cuanto a mi, en lugar de preocuparme extremadamente permanecí sereno, no permitiría a mis ejecutores ver una sola mueca de temor o vacilación en mi rostro. Veía en cambio yo sus rostros y veía a unos chicos jóvenes, con uniformes destrozados, podía contemplar su temor ante disparar contra un hombre atado y desarmado, pero era oír a su oficial al mando y obedecían cuyos perros temen a su amo. El oficial ordenó que prepararan los mosquetes, ahora si que empezaba a preocuparme, no parecía que nada fuese a detenerlos. Ordenó el oficial que apuntaran, llegado este punto el temor hizo mella, mi corazón latía con tal fuerza  que parecía que en cualquier momento fuese a salir de mi pecho, un terrible dolor inundaba mi estomago. Es increíble como todo este conjunto de sentimientos que desmoralizan a cualquier hombre desaparecen al oír una sola palabra de los labios de tu verdugo: ¡fuego!
Asombroso es el tiempo desde el que los soldados pulsan el gatillo de los mosquetes y se te pasan infinidad de cosas por la mente…
Yo solo podía recordar a Alice, recordar todos esos momentos de pasión que no se volverían a repetir, no volvería a tocar la suave piel de su mano, no volvería a mirarle a los ojos ni a besar sus delicados labios, no volvería a haber ocasión para jugar con ella a reusar de su presencia para luego fundirnos en un dulce abrazo, no hay mayor sensación que sentir sobre tu cuerpo el abrazo de una mujer, no hay nada más parecido a abrazar a un ángel. Pero lo que más me dolía es que cuando le decía con voz suave al oído lo mucho que la quiero siempre le prometía que jamás me separaría de ella, cuanto lamento no cumplir mi promesa, cuanto lamento no volver a ver ese brillo en sus ojos, ni a sentir sus abrazos, ni sus besos, ni a oír sus te amo.
Hasta que penetran  en mi cuerpo las balas y caigo de rodillas, se me nubla la vista y me desplomo contra el suelo; es el momento, vuelvo a ver a Alice, llega a mí la parca, la muerte.
Estoy muerto, no se dónde me encuentro, pero ahí esta ella, junto al acantilado, estrechándome la mano para que la sujete, ahí esta el sol impaciente para que llegue y empiece su propia puesta. Me encuentro en el lugar mas maravilloso del mundo, me encuentro con la mujer que amo, yo no soy soldado soy un enamorado y como tal me dirijo a mi autentico destino, pasar la eternidad junto al ser mas bello de la creación, junto a Alice.

lunes, 23 de abril de 2012

LIBRO DEL DÍA

20 de abril: LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS, de Torcuato Luca de Tena.
Libro recomendado por: Yolanda Martínez Gómez, nuestra orientadora.